Dicen que lo importante de las historias reside en el final, no en el comienzo. O, como reza la sabiduría popular, “bien está lo que bien acaba”. En este sentido, la universidad es, más que un sprint, una carrera de fondo. Pese a que lograr un balance positivo al final de nuestra formación es esencial, no lo es menos comenzar con buen pie. Los hábitos que adquiramos en nuestro primer año de carrera marcarán en gran medida el devenir de nuestra
trayectoria universitaria.
Por eso, hoy vamos a ofrecerte una serie de
consejos para afrontar tu primer año en la Universidad, aunque, a ciencia cierta, son más bien claves para encaminar de manera óptima tus primeros días y semanas.
Familiarízate con el campus
Dedica los primeros días a familiarizarte con el que va a ser tu entorno académico. Descubre dónde están las diferentes salas de estudio y aulas, los comedores, los distintos edificios del aulario, el servicio de orientación al alumno…
conocer tu campus te ayudará a vencer la ansiedad de los primeros días y te permitirá optimizar el tiempo.
Este apartado incluye un consejo muy importante: no faltes a clase la primera semana. Pese a que los primeros días de una asignatura suelen ser de ‘aterrizaje suave’, en los que los profesores explican el temario, anuncian el calendario de exámenes o los trabajos, estos primeros días pueden permitirte conocer las particularidades de cada profesor y asignatura, así como ir integrándote con los compañeros que van a estudiar contigo los próximos años.
Conoce gente
Especialmente si estás fuera de casa,
conocer gente y hacer amistades te ayudará a integrarte. Especialmente en los primeros días al comienzo del curso, los centros y asociaciones de estudiantes organizan fiestas, encuentros y actividades de confraternización. Asimismo, en muchas universidades encontrarás toda clase de actividades extralectivas (de equipos deportivos a grupos de teatro) que pueden ocupar tu tiempo libre y, asimismo, permitirte hacer nuevos amigos.
Organízate y planifica
El día tiene 24 horas. Ni más ni menos. Especialmente al principio encontrarás que la universidad implica todo tipo de actividades lectivas y sociales que parecen hacer los días más cortos de lo que realmente son. Importa (y mucho) que
diseñes un calendario semanal en el que detalles lo máximo posible las horas que vas a destinar a hacer cada cosa: clases, estudio, ocio, descanso…
Estudia desde el principio
Es importante que, desde el comienzo,
estudies un poco todos los días, al principio sobre todo para ir acostumbrándote al nuevo ritmo que tu carrera va a imponerte. El primer mes, seguramente, no tendrás un volumen de trabajo demasiado exigente. Dedica este tiempo de estudio a hacer esquemas, poner a limpio apuntes y gestionar posibles trabajos de clase. No es necesario, de primeras, que te pegues grandes atracones diarios, pero intenta destinar todos los días al menos una hora de lunes a viernes a
adquirir una disciplina de estudio.