Si bien está más asociado al ámbito de las
universidades privadas estadounidenses, el envío de cartas de presentación en las que se glosan los intereses, características, aficiones y cualidades del estudiante cada vez se estilan más en España y el viejo continente. En nuestro país, de hecho, este tipo de textos son bastante comunes para aquellos centros en los que se imparte
formación de postgrado o máster.
Hoy vamos a darte una serie de
consejos para redactar una carta de presentación para la universidad o centro de estudios.
No hagas un modelo estándar
Al comenzar a leer los responsables de los centros pueden descartar a un importante volumen de candidatos. Tienes que dejar claro, en las primeras líneas de texto, que estás familiarizado con el centro que imparte la formación que deseas y, asimismo, debes mostrar qué te convierte en una persona ideal para ocupar un asiento al que, en circunstancias normales, aspiran docenas de personas.
Huye de los textos estandarizados y personaliza tu carta en función de la institución académica a la que te dirijas. En este sentido, no está de más que firmes la misiva a mano, aunque hayas escrito el resto de la carta a ordenador, y que la envíes por correo ordinario, además de por email.
Usa un lenguaje adecuado
Parece una obviedad recordar esto, pero debes cuidar al máximo la corrección ortográfica y gramatical. La manera en la que nos expresamos dice mucho más de nosotros de lo que nos pensamos. No dejes que una mala primera impresión te aleje de tu
formación de futuro.
Motivos, proyectos y cualidades
El grueso de tu
carta de presentación debe incluir, por un lado, el apartado motivacional, es decir, las razones por las que deseas recibir la formación impartida por el centro en cuestión. Una vez expuesto este punto, pasa a los proyectos de futuro, es decir, muestra que tienes una visión a largo plazo y destaca cómo esa carrera,
máster o curso de postgrado puede ayudarte de cara a acceder al mercado laboral o a tu proyecto de empleo ideal.
También debes destacar qué cualidades te definen como persona o estudiante. Puedes incluir aquí ciertas acciones extracurriculares que creas que pueden destacar: acciones de voluntariado, trabajos, proyectos…
Eso sí, recuerda que una carta de presentación no es un currículum resumido y redactado.
Apela a la acción
No te olvides de incluir en tu carta de presentación una
llamada a la acción. Queremos decir que debes apelar a la persona cuya atención has conseguido captar, de cara a conseguir un segundo encuentro en forma de entrevista personal. Si consigues que en una universidad, centro de estudios o escuela de negocios quieran conocerte en persona, habrás logrado una gran parte de tu objetivo.
De este segundo paso, es decir, de preparar una entrevista personal con una universidad o escuela de negocios, nos ocuparemos más adelante.