El voluntariado universitario está cobrando cada vez más fuerza en nuestros días y, además de ser una estupenda forma de ayudar a las personas, puede ser un aliciente más para añadir al currículum y poder mostrar a las empresas que podemos ser un valor importante para su desempeño.
Son muchas organizaciones las que realizan estudios sobre el voluntariado universitario y, en muchas ocasiones, vemos que hay un denominador común para muchos estudiantes que quieren ser voluntarios: una mayor concienciación y motivación, sobre todo por la situación por la que estamos pasando actualmente.
El voluntariado debe ser algo que hagamos con ilusión y ganas, algo que no debemos olvidar en ningún momento y tener muy presente que hay personas y/o instituciones que cuentan con nuestro apoyo.
No debemos dejar un trabajo a medias o no responder por ello, sino que el voluntariado exige un compromiso constante y a largo plazo.
Tampoco debemos realizar esta clase de actividades si no tenemos ni empatía ni tolerancia, si es una parcela que nos afecta mucho o si ya somos voluntarios en otros proyectos, porque puede que nuestro rendimiento no sea el esperado. En definitiva, hay que pensar bien antes de dar el paso y aceptar la responsabilidad.
Ser voluntario reporta un gran número de beneficios y uno de ellos es hacer que nos sintamos bien. A nadie le ha pasado desapercibido ese sentimiento de confort que se tiene cuando estamos prestando nuestra ayuda a una persona o personas que lo necesitan, eso nos hace crecer como personas y generar empatía por el prójimo.
Varios estudios aseguran que las personas que se prestan al voluntariado tienen muchas menos posibilidades de padecer depresiones y aumenta la autoestima así como las habilidades funcionales. Además permite a las personas que son introvertidas abrirse un poco más al mundo y también ir dejando atrás miedos e inseguridades
Es algo que podremos incluir en nuestro currículum dado que así el empleador podrá comprobar que no tememos aceptar nuevos retos y desafíos, así como que somos personas concienciadas con la sociedad, solidarias y luchadoras, aspecto que se suele valorar bastante de cara a un puesto de trabajo.
Con el voluntariado se aprende a tener nuevas habilidades, algo que es poco probable que aprendamos directamente de los libros. Muchas personas afirman que es un sentimiento que solo se conoce cuando se hace el voluntariado.
Para finalizar, no podemos olvidarnos que gracias a que se pueden conocer muchas personas diferentes, la posibilidad de aumentar nuestra red de contactos también se incrementa.